jueves, 2 de diciembre de 2010

Choque frontal:


  "Que reine la paz" se oye sin descanso en los pasillos de infantil. Nuestra aula se encuentra en extraño e inalterable silencio. Una isla en medio de las sonrisas que, en presagio de las fiestas, se adivinan en las caras infantiles. En las nuestras no. Las comunes risas y griteríos han quedado sepultadas bajo la tierra.

   Nunca me ha gustado que me vean llorar. He escondido mis ríos en manantiales subterráneos que tan sólo han relucido en dos situaciones. Sumamos hoy una tercera.
   Si la jaqueca de ayer no era ya suficiente añadamosle la congestión de mi mente hoy, las lágrimas que van y vienen, y el dolor que imaginaros me produce. El día no podía haber empezado peor, me oprime el pecho y no me imagino cómo te lo hará a ti.
     Sueño la resurrección de tu sonrisa, y me preparo para un día de continuas idas y venidas.
     Reconozco que el valor me faltaba al subir esas escaleras,al ver la gente en la puerta y el rellano. Verte aparecer y darte ese abrazo... el abrazo de siempre, con la sonrisa de siempre, pero con una madurez asumida en tus ojos de la que no había sido consciente.
     Termino así el día sin noticias nuevas y con la sensación de que, quizás, deba fijarme y valorar algo un poco más... quien sabe lo que puede pasar.

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