miércoles, 16 de febrero de 2011

El resplandor de un roble:

Yo creo en el resplandor y la sensibilidad de un roble, y por esa razón creo en los de un gato, en los tuyos. Por esa razón me encuentro qui hoy. Por esa razón continuo.

domingo, 13 de febrero de 2011

SAN VALENTÍN: (escrito en morado)



Hay algo que debo decir:
que mi realidad es
porque tu no estás aquí.
Compartir un fecha
y no poder decir
que te tuve en mi vida,
que estuve yo allí.
Fecha que es triste,
que es alegre a la vez,
fecha perfecta
mas fecha incorrecta,
fecha ,que en mí,
es inicio,
fecha ,que en ti,
es el fin.
Fecha que por un año
ni a ti ni a mi pudo unir,
fecha que hace que piense
que soy tu pero en mi.
Y pienso cómo sería
el tenerte en mi vida,
una hermana que a mi lado
jamás pudo haber estado.
pensar que sólo diferenciarnos
pudo un color,
color que me dio la vida,
cuando a ti te la quitó.
que somos un mismo ser
con distinto corazón,
corazón que en mi duró,
un corazón que te mató.
Pues vivir no podíamos dos,
que era sólo
o tu, o yo...

(Hace un año)

Porque sí, porque "somos casualidad". No se de donde pero hoy me viene a la cabeza esta frase, "somos casualidad". Realmente ¿qué somos sino eso? Un cumulo de circunstancias que, alineadas de cierto modo, nos dieron como resultado. Pero, ¿qué hubieramos sido sin ellas? Las mías son estas, un corazon, un color, un dia que te huele a rosas, que te sabe a besos de chocolate, que te suena a Whitney Houston, que te viene rojo pasion. Un día que me sabe a lágrimas, y a morado, y a dolor. 

martes, 8 de febrero de 2011

Lo peligroso de los besos:

(Musas de Hércules)

    Las musas, esos seres maravillosos, que simbolizan todo aquello que nos resulta inalcanzable,lo prohibido, el deseo incontrolado. Las musas. En altares tan altos que apenas alcanzamos a vislumbrarlas tras un velo de miedos y temores. No responden a una descripción clara, no se tratan de imágenes concretas, lo que las hace diferentes no es un rostro, una sonrisa... Lo que las hace distintas es esa magia especial que irradian sus ojos, ese peligroso tacto que se conoce imposible. Por eso las musas no se tocan. Si se tocan las musas se rompen. 
   Atractivo temor, peligrosa atracción, deseo prohibido, eso es lo que son. Si se quita ese velo que las hace superiores todo se cae. Porque no dejan de haber sido normales, simples humanas que a tus ojos se han descubierto de otro modo. Pero condicionado por ese halo de imposibilidad. Ese halo que te inspira, que te envuelve, que te atrapa. Ese halo que no debe desaparecer para que ellas puedan ser. Por eso nadie toca a sus musas, y si lo hace, sabe que es casi seguro que nunca mas lo vuelvan a ser. 
    Ese roce ansiado, deseado, soñado, se convierte en la despedida. En el adiós primero y único de un ser que no volverá nunca  a ser igual. De ese modo un beso, un abrazo, una caricia, terminan convirtiéndose en su fin. reside en ellos un veneno tan poderoso y capaz de destruirlas, que ni siquiera el esfuerzo sobrehumano del artista lograra que la musa vuelva. Ella ya ha quedado tocada. 

domingo, 6 de febrero de 2011

Pues eso, libres:

   A menudo caemos en el error de creer que la libertad es hacer lo que nos apetece cuando nos apetece. A menudo caemos en la tentación de pensar que nos pertenece. Y el ser humano es libre. ¡Claro que es libre! Libre para autocoartarse, para imponerse sus propias barreras, para atarse él mismo la soga al cuello que le oprime y evita que el aire alcance sus pulmones, provocando así la falta de riego que inunda nuestro cerebro hasta el colapso total. ¡Claro que tenemos libertad para elegir! Para elegir equivocarnos, para decidir nuestras caídas, para asegurarnos de cometer errores, sandeces y tonterías. Para eso es libre el ser humano. Para lograr que una lucha totalmente lícita en un principio se convierta en una trampa mortal. Porque el ser humano no sabe lo que quiere, no quiere lo que busca, no busca cuando lucha luchando por lo que no quiere. El ser humano se conforma con hacer lo primero que le pasa por la mente y convencerse de que eso es lo que quiere. El ser humano es el único ser que se hace daño a si mismo sin querer. Porque no piensa cuando actúa actuando como impulso.

viernes, 4 de febrero de 2011

Bailame el agua:



Bailame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto,
sácame de quicio,
hazme sufrir.
Ponme a secar como un trapo mojado,
lléname de vida,
librame de mi estigma,
llámame tonto.
Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora.
No me arrastres,
no me asustes,
vete lejos de mi,
pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Toca mis ojos
nota la textura del calor
¿Por cuanto te vendes?
Pillate los dedos,
deja que te invite a un café,
caliente, claro,
y sin azúcar,
o sin aliento.

miércoles, 2 de febrero de 2011

¿Qué piensas?



"La  joven de las naranjas" J.G.

¡Pienso  en  tardes  como esta  que  no se me permitirá revivir, 
en maduras campiñas que  sin mí  hierven  de  trigo! 
¡En leves cosas emocionantes:  la espiga que se quiebra. 
caminos  de  la mar,  pálidas  velas  lejanas, 
olas  que  afluyen a  la  playa  sin mí! 
¡En  el  día  cotidiano,  que  dócilmente  se  queda  tras  la  tumba, 
pienso,  amada,  y  en  todas  las  profundas  tardes  azules 
que  vendrán  al  jardín  del estío, 
sin mi  alma  contra  la  tuya,  en  ello pienso! 
                                                                                                                   (Olaf Bull)

   ...En cada sutil brisa que no volverá a jugar en tu cabello, en las suaves caricias que no volverá a sentir mi pelo. Pienso en esas sonrisas que no volverán a adornar las bocas de quienes veo, en los instantes que otros vivirán cuando yo sólo sea recuerdo. Lo pienso. 
   Pienso en todo esto y no puedo evitar añorar el dulce sentimiento de ese poeta que asumía su marcha con la grandeza de solo aquellos que logran entender la extraña alegría que provoca la generosidad de dar a otros la vida. Pienso en que me iré y se quedarán los pájaros cantando, y que no volveré a ser yo quien escuche sus cantos. Pienso que me iré y se quedarán el huerto, el pozo, el barrio, y no seré yo quien acaricie con mis pies a cada paso sus llanos. 
   Pienso en ese poeta que entendió que la vida era un camino y que no era posible retroceder en su flujo. Ese poeta que, alzando la voz, proclamó que sólo se hace camino al andar, con cada golpe. Pienso en él y envidio la sencillez sobrehumana con la que admitió que el ser humano está aquí tan solo de paso, dejando todo lo demás atrás en una senda que jamás se ha de volver a pisar
    Lo pienso y soy partícipe del egoísmo que corre por mis venas, ese que me impide admitir que algún día tus ojos los mirara otro, que llegara el día en que otro oiga las olas del mar por mi, que otros diferentes verán el caer del sol cada tarde, y ni siquiera sabrán quien soy yo. El egoísmo que me impide ver el contraste entre la finitud de mi propia naturaleza, y la eternidad dulce e infinita del mundo que me rodea.