lunes, 17 de enero de 2011

Cartas a un desconocido:



Querido desconocido: 

      Hace tiempo que no sueño contigo, que no me acompañas en las noches en las que Morfeo toca con sus alas mis párpados, de por si difíciles de cerrar sin su presencia. No se tu edad ni donde vives, no se cual es ahora tu situación sentimental, ni se si en algún caso nuestros nocturnos encuentros han podido ocasionar en tu vida algún desorden o lamento. No se si, como yo, esperas la vuelta de los mismos, o si es por tu propia decisión que hayan desaparecido de nuestras vidas. 
      Se que anoche me descubrí pensando en ti. Y ¿cómo? podrás decir. Ni yo misma lo se. Soñé despierta como tus labios se apoyaban en mi frente, soñé como mi cabeza se recostaba en tu pecho y como tus manos acariciaban mi espalda. Soñé como mis ojos se volvían hacia los tuyos y se encontraban con tu sonrisa perfecta. Me soñé dormida en tus brazos con tu dulce palpitar de fondo. Desperté sin haber dormido perdida en mi cama vacía. Desperté sin tus labios, sin tus manos, sin tu palpitar como almohada... Desperté para dormir, otra vez sin sueños que provoquen tu presencia. 
      Es posible que este tipo de cartas desordenen tu vida, lo lamento en el caso de que así sea. Pero espero que comprendas la necesidad infantil que a veces se aferra a mis dedos de escribirte aun sin conocer tu nombre siquiera. 


     Con el recuerdo de unos ojos que, sin poder remediarlo, ha quedado grabados en mis pupilas, me despido atentamente y con la esperanza de que esta carta llegue a su destino correspondiente. 

No hay comentarios: