martes, 18 de octubre de 2011

Querido Peter Pan:

De haber sabido su desmedido interes por el rescate de aquellos que no saben a donde se dirigen, donde estan, o, incluso, de donde vienen, es muy probable que me hubiera dirigido a usted mucho tiempo atrás. No puedo con más rogarle que, a pesar de de que mi perdida no sea casual, sino más bien premeditada, me admita usted en sus, sin duda numerosos, niños perdidos. Ya que no son pocos aquellos que, ya sea por causa propia o ajena, alcanzan, finalmente, y por razones muy diversas, (como en mi caso se observa), un grado de incapacidad para el control y mantenimiento de sus vidas hasta el momento del insospechado, imparable y tantas veces arrasador ataque.

No hay comentarios: