jueves, 10 de octubre de 2013

No sabiamos nada el uno del otro, pasamos más de la mitad de nuestra vida sin conocernos, sin saber de nuestra existencia.
Ignorando quienes eramos.
Nos vimos tres o cuatro veces, por toda la ciudad
Y, de repente, un día cualquiera, una noche como tantas otras nos damos cuenta de que ya van a hacer años...
No es que siempre haya sido perfecto, como todos hemos pasado nuestras épocas. He pensado que os tendría para siempre, he creido que os perdería, he pensado que os había perdido, y he querido teneros siempre.
Alguno de vosotros me ha dicho alguna vez que hay amistades que no duran toda la vida, es cierto, hay amistades que son como el agua de la ducha, te toca un segundo, resbala y se va por el desagüe o se evaporan y de ellas lo único que queda es un recuerdo de vaho en el espejo al cruzarse por las calles. Pero hay otras... Hay otras que llega un momento en el que sabes que no desaparecerán nunca. Hay otras que, de pronto se hacen tan fuertes que sabes que por mucho que tengan que aguantar el desgaste del tiempo, un día sonará el telefono y estarán ahí para sentarse con una cerveza entre los dos y reir como si nunca hubiera cambiado nada.
No se si la nuestra será de esas, no se si dentro de unos años sereis esa llamada de telefono o ese recuerdo de vaho en el cristal. Lo único que se y que puedo decir con certeza ahora mismo es que me alegro de haberos conocido, me encanta este tiempo contando con vosotros, de días de biblioteca, de noches en casas solas, de confesiones con una cerveza, de tardes en el patio, de noches en la playa o en el campo... de placiteos, de feria, de techaos.. con algunas, de viajes inolvidables.
Sólo se que, a algunos creí haberos perdido, creí haberme ganado a pulso el romper la relación y, por el contrario, os tuve ahí, tras ese mensaje al móvil, después de una llamada inesperada. Después de casi un año sin dar apenas señales de vida. Sólo se que hay gente que te demuestra cosas increíbles y que vosotros lo habéis hecho. No sois muchos, pero sois los necesarios. Sois los que me dais fuerza para luchar por lo que quiero, por lo que tengo y por lo que decido conservar.
Alguna vez me habeis dicho (y sino seguro que lo habeis pensado) que soy una pesada cuando os echo de menos, cuando me entra el pánico de perderos, cuando veo que a alguno hace ya demasiado que no le veo. No es obsesión por conservar el grupo, es que cada uno de vosotros me habeis aportado algo distinto, es que cada uno os habeis hecho un hueco en mi vida que no rellenará cualquiera. Es simplemente, y por mucho que evite deciroslo, y por mucho que me cueste demostraroslo a algunas, que os quiero. Que no puedo imaginar mi vida sin haberos conocido, sin haberos tenido cuando he tenido ganas de llorar y cuando he tenido ganas de reirme sin parar. Para hablar de lo que nos preocupase, para sentarnos en un banco y reirnos de tonterías que ya han pasado. Es simplemente que no sabiamos nada uno de otro y el destino nos obligo a conocernos. Me obligó a quereros. Y que estoy orgullosa de poder decir que, a pesar de todo, sois mis amigos.

P.D: Voy a echaros de menos, pero se que cuando vuelva estaréis como siempre para contarnos este curso que comienza. Estoy viviendo un sueño al que algunos de vosotros me habéis empujado y sin los cuales no habría tenido el valor de embarcarme en él (a una me la llevo conmigo, para vivirlo entre las dos)(a otras se que las tendré más allí casi de lo que las veo cuando estoy en Sevilla). Un año en el que os llevaré en la maleta, os pensaré tantas veces, y donde más de una vez desearé estar más cerca para poder abrazaros.  Sabéis que aquí estaré esperando con los brazos abiertos al que decida venir a visitarme, y sabéis que cuando me subí en ese avión solo podía pensar en los abrazos que os daría o que os daré cuando os vuelva a ver.

Os quiero gentecilla ;)


No hay comentarios: