El día ha transcurrido de forma extraña hoy:
Tras percatarme de la reciente pérdida de mi DNI he corrido para comprobar que, misteriosamente, me permitían hacer mi examen de first. Divina providencia que se hace presente en mi vida en los aspectos mas inusuales.
Sucesión de absurdas conversaciones que desembocan en un adiós sin respuesta y en una respuesta casi anónima ante la falta de presencia de mi propia objetividad en ella, que me llevan a subir a un bus dirección a una pequeña isla dentro de tanta desesperación. Aclaraciones varias del mar que nos rodea a las seis, excelente cena a base de sándwiches y pizzas, y cigarros que se consumen en una esquina mientras tratamos de darnos la espalda con discusiones cuyo objetivo es simplemente alejarnos del agua que nos moja.

Tras la crónica subjetiva de lo que nuestra tarde-noche ha supuesto para mí, me despido con la sensación de no haberos agradecido como debía el rescate del naufragio. Las prisas por perder el bus me han impedido el abrazo que os doy desde aquí.

Me acuesto así con Porta en la cabeza
y los coros de cinco locas resonando en mis oídos.
Y con la sensación en el pecho
de que por vosotras vale la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario